21:25. En la puerta de la Sala Moby Dick hay mucha gente a la cola y algunos fans demasiado confiados/poco previsores que buscan entradas desesperados. En la puerta, un cartel que anuncia “Entradas agotadas”. A las 21:30, puntuales, abren las puertas y la sala se llena en pocos minutos. Pero había que esperar. Les tocaba primero a los teloneros, San Leon, que subieron al escenario con actitud de cabeza de cartel y lo reflejaron en el ritmo de su actuación. Su mezcla de blues, rock, ritmos caribeños y algún guiño cañí estuvo a la altura e hizo bailar por momentos a un público difícil que esperaba ansioso la salida de los Mystery Jets.
Y al fin salieron los protagonistas, con una actitud un poco recia al principio que desapareció ya en el segundo tema, regalando un “Half in love with Elizabeth” que hizo temblar la sala. No bajaron el ritmo e hicieron un viaje por todo su nuevo disco, “Serotonin” (más maduro a la par que ochentero), con el single homónimo, “The girl is gone” o “Alice Springs”, entrelazándolos con sus ya hits “Young Love” y “Two doors down”, con el que terminaron el primer acto. Después llegaron los bises. La balada “Flakes”, hizo renovar fuerzas a un público que se dejo las voces en el estribillo. “Behind the bunhouse” vino después y, para terminar, redondearon la actuación con “Dreaming of another world” Fresca y muy, muy bailable, con unos sintes que ya tarde para prometer, hacen a los Mystery dignos de su nombre.
En resumen, una actuación muy correcta con un set list bien preparado que cumplió con los fans. La sorpresa, en cambio, vino por parte de los teloneros, que ni siquiera estaban escritos en el cartel pero que dejaron al público con ganas de entrar en Spotify para escuchar sus temas con más calma. Como curiosidad, sólo mencionar que el cantante, Aldo Comas, fue antiguamente miembro de El Guisante Mágico y que el resto, ahora forma el ya conocido grupo Extraperlo.
Texto: Fm Fatale
Fotos: Liza Overdose
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